En 1972, cuando el porno todavía era un negocio sórdido aunque estaba empezando a dar mucho dinero, una película marcó el punto de inflexión de la industria con respecto a su posible comercialidad. Se llamaba Deep Throat, que podría traducirse como Garganta Profunda, y fue un éxito sin  precedentes en la historia del cine para adultos, llevando a miles de curiosos a las salas X y convirtiendo en millonarios a sus productores. Demostró, con mucha picardía, humor y bastante sexo, que las películas para adultos podían funcionar mucho más allá del simple alivio sexual.

El título de la película tiene que ver con la práctica que hizo conocida a su protagonista, una práctica sexual que lleva décadas entre nosotros y que se ha convertido en una auténtica especialidad solo al alcance de unas pocas. La Garganta Profunda consiste en que la chica se introduzca todo el pene del chico en la boca, por completo, y lo mantenga ahí, jugueteando con él, durante unos segundos. Evidentemente, la dificultad dependerá también del tamaño del miembro del chico, pero hay auténticas estrellas que han conseguido cosas asombrosas gracias a la práctica de esta técnica.

La clave está en abrir bien la boca

En el sexo oral hay muchas formas de hacer disfrutar a la otra persona, y hay chicas que prefieren trabajar mucho más con los labios, mientras que otras utilizan su lengua como su mejor arma para llevar al orgasmo a la otra persona. La clave para realizar la garganta profunda y meterte todo eso en la boca sin atragantarte es precisamente abrir bien la boca y dejar espacio disponible para lengua, para poder respirar y que no te atragantes con el miembro, por grande que sea. Para practicar, nada mejor que utilizar plátanos grandes o incluso pepinos, que son muy adecuadas para ensanchar nuestra boca y prepararla para lo que le vamos a meter.

Evita que su pene te toque la campanilla

Hay una parte en nuestra garganta, llamada campanilla, que es prudencial no tocar, porque de lo contrario lo lógico sería tener arcadas, por un movimiento reflejo de nuestro cuerpo que piensa que algo está atorando esa parte y que debe expulsarlo vomitando. La campanilla es, por así decirlo, el límite que no se debe cruzar, la línea roja que marca hasta donde podemos meternos el pene del chico. Sin embargo, algunas especialistas en esta práctica han conseguido incluso sobreponerse a ese impulso de vomitar cuando el pene toca su campanilla, y son capaces de aguantar mucho más tiempo con eso dentro de la boca, tragándose completamente el miembro del chico.

Mejor que se ponga de rodillas

Cuando la chica decide llevar a cabo este ritual, porque no es otra cosa que eso, un verdadero ritual de sexo oral para hacer disfrutar a su pareja, lo mejor es que lo haga de rodillas, para tener el miembro a una altura correcta para poder tragarlo por completo. Dependerá de la forma del pene, pero lo mejor es hacerlo de arriba abajo, para tener más sitio en el principio de la garganta. Al principio cuesta bastante, pero está claro que, como en todo, la práctica hará al maestro o en este caso, a la maestra.

Como cuando se practica sexo oral, la lubricación es indispensable para que todo salga de maravilla. Es usual que el chico no se lubrique por sí mismo en esta fase, porque al tener que chupar la chica el pene, esto puede ser desagradable para ella. Recurriremos al clásico más habitual, la propia saliva de la chica, para poder disfrutar de un pene bien ensalivado y que entre mucho mejor en su boca hasta llegar a la garganta. Así será mucho más fácil realizar esta técnica, para lo cual deberá estar muy bien preparada.

Respira profundamente, es vital

La técnica consiste en introducirse el pene en la boca por completo, y eso hará que la mayoría de chicas queden con toda la boca llena y no puedan respirar por ahí. Por eso es tan importante que respiremos por nuestra nariz, y de una manera profunda, para que todo el aire que necesitamos llegue a nuestro cuerpo y no nos mareemos ni nos ahoguemos. La respiración se marca también el ritmo de la propia felación, y eso será indispensable para controlar todo lo que está ocurriendo, pudiendo ir más rápido o más lento según decida la chica.

Ella es la que tiene el control y la que realiza todo el trabajo, así que dejaremos que tome las riendas, porque no es una cosa sencilla de realizar, como para que también estemos diciendo nosotros cómo debería hacerlo. Es muy tentador, en ocasiones, coger a la chica por la cabeza y embestirla contra nuestro pene, para marcar nosotros el ritmo. Es algo que se puede hacer en una felación normal, pero que no es muy recomendable cuando se lleva a cabo Garganta Profunda, porque debe ser la chica la que esté en control de la situación.