Autora: diana
Fecha: 27 abril, 2022
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Recientemente, la plataforma Star, incluida dentro de Disney+, ha estrenado una serie llamada Pam y Tommy, donde se relata la relación entre dos figuras de los 90. Pamela Anderson destacó por su papel en Los Vigilantes de la Playa, convirtiéndose en una verdadera leyenda sexual en aquella época. Tommy Lee era el batería de los míticos Motley Crue, una de las bandas de rock más polémicas de los años 80. Su encuentro fue como un chispazo y se casaron a los pocos días de conocerse. Su relación pasó por momentos muy oscuros, pero también alegres. Sin embargo, lo que más se recuerda de aquel idilio, y lo que centra también la trama de la ficción de Star, es la filtración del video sexual de la luna de miel de la pareja. Aquel vídeo, obtenido de manera ilícita por un carpintero que quería cobrarse su venganza contra Lee, terminó en Internet, en una era dónde la red todavía estaba creciendo.

Fue de hecho el primer vídeo sexual que se volvió viral, por tratarse de Pamela y de Tommy, y abrió una gran brecha ante la imposibilidad de frenar un contenido así cuando está ya en la red. La serie también tiene tramas paralelas en las que nos muestran, precisamente, el crecimiento del porno dentro de la incipiente Internet. En una escena, un joven empresario le ofrece a Randy, el poseedor del vídeo sexual, una gran suma por lanzarlo en la red. El tipo afirma que está ganando mucho dinero con webcams para adultos. Randy, sin embargo, le  desprecia diciendo que eso no tienen ningún futuro, porque la conexión no va para nada fluida. En parte, el personaje de Seth Rogen lleva razón, pero se equivocaba en abocar al fracaso un negocio como el de las webcams online. De hecho, veinticinco años después, muchas modelos y chicas amateurs siguen ganándose la vida gracias a este sistema, que fue pionero en el porno online. Las cosas han cambiado bastante desde entonces, pero la motivación de las chicas siempre es la misma: conseguir dinero de una forma rápida y divertida. Por eso no es de extrañar que muchas de estas webcammers acaben también dando el paso al mundo de la prostitución.

Amateurs muy sensuales

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Lo divertido de las chicas de webcam es que son mujeres normales que deciden ponerse delante de una cámara para mostrar su cuerpo. No son pornstar, al menos en su mayoría, y tampoco modelos espectaculares. En muchos casos simplemente se aburren en casa y optan por una forma de ganar dinero rápido y seguro, sabiendo que el sexo siempre vende. Estas chicas han encontrado un filón en la red porque les conecta directamente con sus seguidores, con espectadores que no tienen reparos en pagar por verlas, por hacerles peticiones, por hablar directamente con ellas… Las sesiones grupales y shows de sexo en vivo dan paso a llamadas personalizadas, donde por una cantidad extra, las chicas se muestran incluso más lascivas a la hora de cumplir las fantasías de todos sus espectadores.

De un buen negocio a otro mejor

El sexo online siempre ha tenido mucho éxito, y los propios expertos afirman que sin el porno, Internet no sería lo que es hoy en día. Una herramienta tan potente que ha cambiado la vida a tantas personas solo se entiende a través del éxito, y aunque hay desventajas, la mayoría de webcammers encuentran un trabajo perfecto en este tipo de shows. Los pueden hacer cómodamente desde casa, mostrando exactamente lo que quieren mostrar, controlando también quien entra y sale del chat, llevando las riendas de la sesión… Es una buena forma de ganar dinero y de hecho, la mayoría solo deben hacer un show diario, de un par de horas, para poder ganar un buen dinero al mes. Sin embargo, también ya negocios mejores.

El sexo profesional no se queda solo en mostrarse a través de una cámara web. La prostitución siempre ha sido una alternativa para aquellas chicas que quieran ganar aún más dinero, de una forma rápida y sencilla. Esto último quedará ya a tenor de los pensamientos de cada cual, pero está claro que entregarse al placer con un desconocido puede ser una experiencia muy distinta para cada persona. Lo que una de estas jovencitas puede llegar a ganar en uno de esos encuentros seguramente triplique lo que gana cualquier día con sus shows en directo. Por eso, si lo que buscan es conseguir aún más ingresos, la prostitución puede aparecer como una alternativa. No es que todas se animen, pero con la mente abierta en lo que al sexo se refiere siempre es más fácil.

Muchos clientes interesados

Además, estas webcammers no suelen convertirse en prostitutas “tradicionales” de la noche a la mañana. Es habitual que reciban muchas propuestas de sus propios clientes y seguidores, para conocerse en persona y llevar ese show mucho más allá. Este tipo de proposiciones ya quedan en manos de la chica, que puede aceptarlas o rechazarlas por completo. Sin embargo, muchas se ven tentadas por las grandes cantidades de dinero que estos hombres les ofrecen. Y es que en muchas ocasiones, el precio por un encuentro suele superar con mucho al que se pagaría por un servicio de una prostituta cualquiera. Estas chicas tienen un gran nicho de mercado entre esos clientes, a los que ya conocen y pueden enganchar para algo más.

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Los clientes interesados ofrecen grandes sumas a las chicas y ellas, en muchas ocasiones, caen en la tentación. De hecho, no consideran que eso sea prostitución, porque solo están haciéndolo con un chico, no con cualquiera, y además pueden elegir el tipo de servicios y negociar las condiciones del encuentro. Esta es una facilidad que la mayoría de profesionales del sexo no tienen. Es por eso que muchas webcammers terminan convirtiéndose también en amantes profesionales, de uno o de varios de sus seguidores, y utilizan sus shows en vivo para conseguir clientes. Una fuente de ingresos alternativa que cada vez les puede resultar más rentable, especialmente en estos días, donde Onlyfans ha revolucionado el sexo en Internet.

¿Es lo mismo hacer sexo online que presencial?

Está claro que hay una diferencia abismal entre hacer un show por webcam y tener un encuentro sexual completo con un cliente. Las chicas que realizan estas sesiones de shows eróticos suelen ser muy ardientes y no tienen reparos en masturbarse ante la cámara, e incluso llamar a algún amigo para tener sexo en vivo. Pero una cosa es eso y otra muy diferente conectar con un desconocido, por mucho que pague, para poder disfrutar de un rato de intimidad. De hecho, hay chicas que son muy sugerentes en pantalla, pero a la hora del sexo en sí no tienen tanto talento o no cumplen con las expectativas que seguramente nos hayamos creado en la cabeza. Ser amante profesional no es nada fácil y estas chicas han de tenerlo muy en cuenta si quieren dar el paso definitivo para convertirse en escorts.

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